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No lo entiendo…

Muchas personas se dedican al mundo del payaso y no hacen más que hablar de su poesía, de su fragilidad, de resaltar la belleza de su humanidad, y de envolverlo en una atmósfera bonita e inspiradora…

…sin embargo cuando actúan, basan su humor en tacos y en acciones con connotaciones  sexuales e incluso escatológicas (acabo de verlo personalmente hace muy poco…).

Quizás algo se me escape…

Sólo puedo exponerte mi punto de vista sobre dicho tipo de humor y luego tú haz lo que consideres oportuno:

“Con el payaso todo es posible, pero NO todo es válido”.

 

El payaso presenta una fuente inagotable de material que puede provocar risas e emociones. Gracias a sus debilidades que son infinitas (o por lo menos lo parece), el payaso en si mismo es una fuente de risas sin fin. El payaso afina su lo que le hace único en el mundo. El movimiento de trabajo del clown va desde dentro hacia fuera. Así que…

“¿Por qué uno tiene que usar la “vulgaridad”
para hacer reír a su público?”

 

Muchos “payasos” usan recursos por debajo de la cintura. Me temo que solo muy poco de ellos lo hacen de verdad por elección, porque le ven un verdadero sentido y porque de una manera u la otra hace parte de su forma de ser.  A mi parecer, los demás, lo hacen porque no saben cómo provocar risas con dignidad y suelen ir a lo fácil y grotesco.

A pesar que no conecto mucho con este tipo de humor (o a ratos específicos) no tengo nada en contra. Soy partidario de un mundo donde hay variedad. La vida misma se basa en la variedad. Cuando uno se lo trabaja con pasión porque hace parte de su manera de ser se convierte en todo un arte. Lo que me preocupa es ver que la tendencia del humor payaso va creciendo en esta dirección solo por tema de facilidad, porque “funciona” y no por arte.

Muchos “artistas” usan este humor pensando que son “rebeldes”, revolucionarios… Según tu país en los años ’50 o ’70, este tipo de humor tenía sentido…pero ahora tiene muy poca función sana para nuestras sociedades occidentales “liberales”.  Al contrario.

Bajo el pretexto de una “libertad” ilimitada, donde pensamos que sea sano de seguir cualquiera de nuestros impulsos,  lo que en realidad se demuestra es todo lo contrario: la esclavitud a cualquiera de nuestros impulsos. Esto amigo mío, es el “leitmotiv” de una sociedad capitalista pura y dura. Una sociedad que convierte el público de ciudadanos a mejor consumidores que no puede resistir a sus pulsiones de compras. Una sociedad que destruye el humano para un aparente bien (del dio dinero)…es decir todo lo contrario del payaso. Aunque sea una paradoja, la verdadera libertad tiene sus reglas ( a non confundir con libertad de expresión).

Cuidado es muy importante estar consciente de sus pulsiones pera hay que saber canalizarlas de manera a que sean constructivas para el beneficio de todos y no destructivas por puro egoísmo.

Al público se le va atontando dándole un material de naturaleza grosera y, en mi opinión,  el público se merece mucho más que esto. Es como ofrecerle solo comida rápida, no una comida preparada con amor y el tiempo necesario. Resultado el público pierde el gusto y sus nuevas referencias son las de la mediocridad (lo fácil y sin pasión). La visión romántica sería que el público reconocerá siempre lo bueno pero me temo que esta visión sea válida únicamente para solo una pequeña parte de los públicos. Una gran parte pierde la capacidad de reconocer la calidad.

El uso de recursos tales como simulaciones sexuales, pipí, caca, etc…a menudo esconde la falta de creatividad y de teatralidad del artista, ya que para mostrar un culo no hace falta haber estudiar cualquier tipo de arte. De la misma  forma despliega una falta de respeto hacia la audiencia y de responsabilidad social hacia nuestros niños.

Ya sé que esos recursos a menudo funcionan pero son recursos que son usados por cualquier persona que puedes encontrar en la calle. Si te dedicas a un arte tal que el payaso, te pregunto:

¿Qué te distingue de una persona que no se dedica
como tú a un arte y que usa el mismo recurso?

 

¿Dónde marcas la diferencia?

 

¿En qué este humor te es verdaderamente personal?

 

¡Ojo! que no se me interprete que jamás se puedan usar estos  recursos, pero lo que sí quiero dejar bien claro es que si se usan, su aparición debe de haber fluido de una forma natural a lo largo del espectáculo porque hace parte de tí, y en todo caso ser siempre usados con “finura” y medida. Eso significa que hay que trabajarlo con amor.

Puede ser que ahora tengas un de estos momentos “vulgar”. Te invito no en culpabilizar o enfadarte conmigo pero en reflexionar:

Si obtienes más risas con estos recursos, comprueba si estás usando de verdad el potencial de clown que encierras o te estás dedicando a otro tipo de humor…y si lo usas y sabes que no es lo mejor de tu espectáculo, pregúntate por qué lo haces.

Si tu espectáculo sólo se basa en este tipo de humor, probablemente tenga otro nombre, pero no el de “payaso”, quizás “bufón”, quizás humorista de variedades…

 

Cada uno tiene que desarrollar su propio arte sin pensar en las etiquetas. No hay nada malo en NO ser payaso, pero sí que lo  hay en pretender serlo y en ser algo muy distinto que usurpe la palabra y perjudique la profesión. 

Eso es mi humilde opinión.