Acabo de enterarme de la pérdida de un diamante del mundo de la comedia: Robin Williams nos ha dejado.
Conocido por sus películas hollywoodenses y un crack del escenario gracias a sus fantásticos monólogos su humor triunfó en Estados Unidos. Yo siempre he creído que ha sido una lástima que, bien por mi falta de dominio del inglés o por mis distintas referencias culturales, no haya sido capaz de darme cuenta de todos los giros en sus actuaciones.
Para que tengamos una idea de la magnitud de sus espectáculos en vivo diremos que actuó en el “Ben Hill Griffin Stadium”, un estadio con capacidad para unas 90.000 personas que, aunque nolo llenar totalmente, para nosotros supone un espacio de actuación totalmente impensable… por lo menos de momento… ;0)
Más que una estrella, era todo un “icono del escenario” que marcó la historia de la comedia de su país y que, sin lugar a dudas, representó una fuente de inspiración para muchos. Tanto es así que desde su muerte no paran las declaraciones de famosos y los homenajes del público en general.
Os debo confesar que tengo un mentor americano, alguien que por ahora prefiero dejar en el anonimato, que durante muchos años fue su telonero. Pues bien, todos los comentarios que escucho de él convergen en una idea: la extraordinaria amabilidad de Robin. Fue generoso con sus colaboradores, con sus fans y hasta con sus “hecklers” (la gente que molesta el artista durante el espectáculo).
Como muestra de ello me he tomado la molestia de recordar un “tweet” de Ben Stiller:
“He made everyone feel special and equal around him even though he was the genius…”
(Hacía sentir a los que le rodeaban especiales e iguales a él aunque él era el genio).
Muchas son las lecciones que aprender de Robin, pero quisiera resaltar una en particular:
“¡Sé amable!”
Es fácil ser bueno con los demás una vez que ya has recibido cierto reconocimiento y que estás satisfecho con tu status, pero al principio, cuando a uno no le salen las cosas como querría, cuando uno se está buscando y tiene la necesidad de recibir reconocimiento por parte de los demás es cuando resulta más difícil.
La amabilidad se debe trabajar por 2 motivos:
1) Por pura razón moral.
2) Por estrategia. Jamás pases de una persona porque quizás ese “Don nadie” afecte tu futuro. ¿Quién sabe si te contratará ella o un familiar o amigo suyo? ¿Qué pasa si en el futuro pierdes un contrato porque sin saberlo un estúpido día te portaste con una persona de forma arrogante?
Nunca menosprecies a nadie.
Percibe cuando te venga el impulso primario de menospreciar a los demás y trabaja en cambiarlo. Condiciónate a ser bueno con la gente.
Aunque puedas tener el impulso de la arrogancia, del orgullo después de un éxito encima del escenario, el ser amable con los demás te proporcionará muchos más triunfos.
De igual manera, pienso eso. Y lo he aprendido en cabeza ajena, pues desgraciadamente algunos compañeros durante su show se meten con el público de manera grosera y altanera, casi casi queriendo educarle. Lo cual considero incorrecto. es un gran consejo. Y deseando que el Ser Supremo tenga a R. Williams en el mejor lugar ahora. Descanse en paz.
ANTES QUE NADA, RECIBE UN FUERTE ABRASO y mis mejores bibras,, te agradesco de corazon todos estos tips que nos das, ya que yo tengo poco en este arte y me resulta genial que un maestro como tu nos aporte de su experiencia a personas como yo,, gracias y un fuerte abraso…..
Gracias Gromic por tu generosidad en compartir tus conocimientos de clown.
Isabel
;0)
Gracias Gromic por compartir tan generosamente tu sabiduría. Robin Williams era un ser especial, pero afortunadamente hay muchos seres especiales por el mundo, tu mismo eres un gran ejemplo de ello.
Gracias Lola por tu reacción y tu apreciación! ;0)
De el se pueden aprender dos cosas. Primero, uno nunca será mejor que uno mismo y mucho menos mejor que el resto sin la humildad de reconocer que nadie es mejor que otro, solo somos mejores en algunas cosas y peores en otras, eso son las habilidades y debilidades. Segundo, después de tanto tiempo de sus pérdidas y otros casos que he conocido en más cerca me he dado cuenta que, por decirlo de una manera, el payaso que más ríe es el que más llora cuando se saca el maquillaje, quienes más brindan alegría más alegría les falta recibir y es una pena que haya tomado el camino que tomó pero más pena pensar la que debe haber sentido para tomarlo.
Gracias por tu precioso aporte Enzo.