Paso 3

CULTIVA LA SINCERIDAD

Reconocer tu situación te ahorra tiempo: Te permite trabajar directamente con la raíz del problema en vez de perder tu tiempo buscando e identificando cuál es tu problema.

La sinceridad con uno mismo es fundamental, no sólo para la persona, sino también para el cultivo de tu payaso.

No siempre amas a tus familiares. Ni siquiera los niños siempre te encantan. No no preocupes: eres normal y humano. Lo importante no es lo que sientes, sino lo que haces con esta realidad. ¿Vas a dañarles para expresar tu malestar a su contacto? O ¿tomar tus distancias durante un momento con estas personas para protegerles de una posible ola de odio? O ¿Reaccionar de manera constructiva?… te toca decidir.

A causa de tu sistema de valores, no siempre resulta fácil ser sincero con uno mismo. La verdad es que no se puede juzgar lo que uno es, pero sí lo que uno hace con su realidad. La aplicación de tu decisión será lo que se podrá considerar como “malo” o “bueno”, no lo que sientes.

Porque negar lo que sientes, es negar tu propia humanidad. Lo importante es como lo canalizas.

Ya oíste el típico suceso donde un señor considerado como muy gentil por todo su entorno explotó un día y empezó en tirar en la muchedumbre. Mucha gente se miente a sí misma, pero la realidad vuelve para recordarle lo que está pasando dentro de ellos. Y de repente hacen cosas que ellos mismos no se explican.

Así que el primer paso para trabajar contigo mismo es ser consciente de lo que pasa dentro de ti, sea esto positivo o negativo.

Es lo que hay.

Después lo puedes canalizar y usarlo de manera constructiva.

¡PRÁCTICA YA!

Piensa a cualquiera de tus actuaciones pasadas. Si no se te ocurre ninguna, básate en tu día a día, porque la lógica es la misma.

Anota ahora:

  • 3 sensaciones positivas por las cuales te sentiste bien
  • 3 sensaciones negativas que te provocaron una incomodidad o de las cuales no estás muy orgulloso.